Autora: Agatha Christie
Editorial: Editorial Molino
Año de publicación: 1930
Año de publicación de esta edición: 1987
Número de páginas: 237
Año de publicación de esta edición: 1987
Número de páginas: 237
Sinopsis de Muerte en la vicaría
El cuerpo sin vida del juez de paz y coronel retirado Lucius Protheroe aparece en el despacho del vicario de St. Mary Mead, un pequeño y tranquilo pueblo de la campiña inglesa.
La esposa del coronel y su amante, un joven pintor, confiesan el asesinato. Sin embargo, su vecina, Miss Jane Marple, una anciana solterona con un profundo conocimiento de la naturaleza humana y una agudísima intuición, descarta inmediatamente su culpabilidad. La hija adolescente del coronel, el neurótico coadjutor del vicario, que guarda un secreto que le atormenta, el doctor del pueblo, un exconvicto encarcelado por el coronel por caza furtiva y la enigmática viuda de un explorador a quien se ha visto discutir acaloradamente con el difunto forman la larga lista de sospechosos.
Impresiones
La tranquila vida del pequeño pueblo de Saint Mary Mead se ve totalmente alterada cuando el excoronel y juez de paz de la localidad, Lucius Protheroe, aparece muerto en el despacho del vicario, Len Clement, víctima de un disparo. Es precisamente el vicario quien lo encuentra tendido en su mesa de trabajo y con una extraña nota que empezó, presuntamente, a escribir la víctima. Solo hace unas horas que el mismo vicario durante la comida, ante su esposa, sobrino y asistenta, pronunció irritado las siguientes palabras: quien asesine al coronel Protheroe prestará un buen servicio a la humanidad. A ello cabe añadir que el amante de la joven esposa del coronel, un bohemio pintor, confiesa ser al autor del asesinato. Pero al enterarse la esposa del coronel lo desmiente y se autoinculpa. En resumen, una maraña de presuntos homicidas y sospechosos que enrevesan la trama solo comenzar la lectura, y esta es la mayor baza de la historia. Además el coronel no era un hombre precisamente querido en el pueblo y se había ganado la enemistad de muchos de sus vecinos, y en especial de cazadores furtivos a los cuales había enviado unos días a prisión.
Seguiremos esta curiosa trama a través de los ojos del vicario, Mr. Clement, ya que hará las funciones de narrador, y que gracias a su protagonismo en la investigación policial, en la que prestará su ayuda, contará con casi todas las piezas de este rompecabezas. Pero será la entrañable Miss Marple, vecina también de Saint Mary Mead, la que gracias a su intuición y su conocimiento del género humano, pero sobre todo a que no se le escapa nada de lo que ocurre en su población, el misterio se verá desmantelado. Christie como ya sabemos es la cara más conocida de la llamada Golden Age, donde una de sus máximas es que el culpable debe aparecer desde las primeras páginas, y así es. Esos sí, dudaremos de todos y tejeremos muchas hipótesis, porque la autora nos da mucha información y deja mucho espacio a la imaginación del lector, pero Agatha se guarda muy bien el misterio hasta las últimas páginas, y de nuevo vuelve a sorprendernos.
En síntesis y para terminar, Muerte en la vicaría es otro de los grandes títulos de esta autora que deben leerse y disfrutar de esa ambientación señorial, delicada y especial que tan bien supo crear la británica. Los libros de Agatha Christie, mayor exponente de la Golden Age, cuentan con una prosa sencilla, repleta de diálogos y muy elegante, y este no es una excepción, pues es de lo más recomendable para todos aquellos que disfrutamos con estas enrevesadas historias que supuran misterio e ingenio.
Seguiremos esta curiosa trama a través de los ojos del vicario, Mr. Clement, ya que hará las funciones de narrador, y que gracias a su protagonismo en la investigación policial, en la que prestará su ayuda, contará con casi todas las piezas de este rompecabezas. Pero será la entrañable Miss Marple, vecina también de Saint Mary Mead, la que gracias a su intuición y su conocimiento del género humano, pero sobre todo a que no se le escapa nada de lo que ocurre en su población, el misterio se verá desmantelado. Christie como ya sabemos es la cara más conocida de la llamada Golden Age, donde una de sus máximas es que el culpable debe aparecer desde las primeras páginas, y así es. Esos sí, dudaremos de todos y tejeremos muchas hipótesis, porque la autora nos da mucha información y deja mucho espacio a la imaginación del lector, pero Agatha se guarda muy bien el misterio hasta las últimas páginas, y de nuevo vuelve a sorprendernos.
En síntesis y para terminar, Muerte en la vicaría es otro de los grandes títulos de esta autora que deben leerse y disfrutar de esa ambientación señorial, delicada y especial que tan bien supo crear la británica. Los libros de Agatha Christie, mayor exponente de la Golden Age, cuentan con una prosa sencilla, repleta de diálogos y muy elegante, y este no es una excepción, pues es de lo más recomendable para todos aquellos que disfrutamos con estas enrevesadas historias que supuran misterio e ingenio.
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