Quédate conmigo, Ayòbámi Adébáyò

Ficha técnica
Título original: Stay with me
Autora: Ayòbámi Adébáyò
Editorial: Gatopardo ediciones
Año de edición: 2018
Número de páginas: 332
Género: narrativa

Yejide espera un milagro, un hijo. Es lo único que quiere su marido, lo único que quiere su suegra, y ella lo ha probado todo: duros peregrinajes, consultas médicas, plegarias a Dios. Pero cuando sus familiares se empeñan en buscar una nueva esposa, cruzan el límite de lo que Yejide es capaz de soportar. Y se verá abocada a los celos, la traición y la desesperación.

Con el telón de fondo de las revueltas sociales y políticas de los años ochenta en Nigeria, Quédate conmigo se desarrolla y resuena con las voces, los colores, las alegrías y los miedos de su entorno. Ayòbámi Adébáyò escribe una historia demoledora sobre la fragilidad del amor conyugal, la destrucción de la familia, la desdicha del dolor y los vínculos que devoran la maternidad. Es una novela sobre nuestros intentos desesperados de salvar del desengaño a nosotros mismos y a quienes amamos.

Quédate conmigo llegó a mis manos gracias a Parada Lector, pues gané el sorteo que organizó consistente en una caja literaria que contenía este maravilloso libro. Y he de decir que es probable que si no lo hubiese ganado, Quédate conmigo no estaría entre mis lecturas, y no se hubiese colado entre las mejores de este año. Desde aquí agradecer tanto a Parada Lector como a la editorial el ejemplar. 

Lo primero que me viene a la cabeza tras su lectura, es cómo una historia tan dura y conmovedora, puede llegar a ser tan bonita, tan bien contada, con tanto mimo, pero sin obviar pasajes crueles y de una dureza notable. 

Quédate conmigo nos cuenta las vivencias de un joven matrimonio nigeriano, formado por Yejide y Akin, que no puede concebir un hijo. Han pasado cuatro años desde su boda y Yejide todavía no está embarazada. El libro se inicia con un duro golpe para ésta. Y es que sus familiares le han buscado una segunda esposa a su marido, Funmi. Ya sabemos que todavía hoy existe la poligamia en algunos países africanos, y en este libro se explica de forma muy clara la existencia de dos o tres esposas, y sobre todo cómo se sienten las que van quedando relegadas ante la llegada de las siguientes. En nuestro caso, seremos testigos de la incredulidad de Yejide cuando ve aparecer a su "rival", y la connivencia de su marido con la que se ha llevado a cabo este segundo matrimonio. Y es que en todo momento se nos presenta a Yejide y Akin como una pareja de enamorados, en ningún caso fue un matrimonio concertado, sino que se casaron por amor, profesándose cariño y respeto. Así que el mazazo es doble. Le han buscado una segunda esposa porque ella no logra concebir. La estigmatización de la mujer ante tal hecho es una realidad, cruel pero todavía existente en muchas sociedades. Y Yejide es constantemente acosada por sus familiares, mujeres fundamentalmente, por no darle un hijo a su esposo. En ningún momento se plantean que el problema pueda venir de él. Sino que se crea una ambiente opresivo de culpabilidad hacia la mujer, otorgando a la maternidad un estatus superior, como la realización total de la mujer, para que ésta sea completa. Y también por la imperiosa necesidad de tener descendientes, de perpetuar la familia. La familia, la institución familiar, que se erige como uno de los puntales del libro. Ante tal situación, veremos la desesperación de Yejide, cómo acude a sanadores, chamanes y practica todo tipo de rituales para quedar encinta, o realizando el ascenso a una montaña mágica de la cual desciende creyendo embarazada, hasta el punto de tener un embarazo psicológico, poniendo su salud mental al límite. 

Pero el libro va más allá de esto. La autora transmite un retrato mordaz de la institución del matrimonio y de la familia. Yejide es la protagonista absoluta, y junto a ella su marido Akin. Las mentiras, concebidas como un modus vivendi, la vergüenza, prejuicios y tabús sociales, harán que todo se venga a abajo. Asimismo las decisiones y el egoísmo de Akin, aunque sea para un buen fin, configurarán un peligroso triángulo entre varios personajes del relato; creyéndose como el director de una obra, manejando a los de su entorno para obtener los resultados deseados. 

Quédate conmigo está narrado en primera persona, alternando ambas voces, las de Yejide y Akin. Como si la autora quisiera ser neutral. Otorgando voz a ambos lados del conflicto, como una falsa igualdad de género. Ya que veremos cómo marido y mujer conciben las situaciones que irán sucediéndose, y cómo también la sociedad y quienes les rodean les arropan o bien culpabilizan. Ayòbámi retrata personajes reales, ambiguos, con sus luces y sus sombras. No pretende crear víctimas ni verdugos sin más, sino personas reales con sus contradicciones, con su gamma de grises. Ambos, Yejide y Akin, pecan a veces de orgullosos e ingenuos, y juegan con el autoengaño como el único mecanismo de supervivencia. Las mentiras a las que se han, mutuamente, sometido les alcanzan y les superan. Pero no dejan de ser víctimas de la tradición y de los estereotipos que marcan la sociedad en la que les ha tocado vivir, de viejas y obsoletas definiciones sobre lo masculino y lo femenino.

El relato además contiene saltos cronológicos. Se nos presenta los primeros años del matrimonio de Yejide y Akin, la aparición de la segunda esposa y el alumbramiento de los hijos que irán viniendo y, desafortunadamente, falleciendo debido a una enfermedad congénita. Los principales hechos se enmarcan en la difícil situación política que vivía Nigeria en los años 80. Desde la dictadura militar de Ibrahim Babangida, hasta las revueltas sociales y políticas por la ilegalización de partidos y la celebración de unas elecciones que debían implementar la democracia en el país africano. El marco histórico es secundario pero muy bien enmarcado por la autora, ya que nos da una idea del contexto agitado en el que se ha concebido esta trágica historia. Además destacaría el peso del folclore en la narración y la construcción de los personajes. Sobre todo en los familiares de más edad. Los protagonistas forman parte del pueblo yoruba, mayoritario en Nigeria, y que posee una larga tradición religiosa y moral, como lo ejemplarizan las fábulas contadas a sus hijos por parte de Yejide y de Akin. También llama la atención el uso de denominaciones honoríficas a los miembros de la familia, según la edad o la posición que tienen dentro de ella, o las muestras de respeto frente a los de más edad o de un rango moral superior.

En resumen, Quédate conmigo nos propone un relato desolador, una tragedia que conmueve al lector al hacerlo testigo de sus tristes páginas. Logra una gran implicación del lector tanto por la historia de los personajes a lo largo de más de veinticinco años, como por su brillante narración. Un relato tan desgarrador como magnético, escrito con una sabiduría e inteligencia muy especial, sin pretender ser políticamente correcto, presentándonos los errores y aciertos y el sufrimiento de los protagonistas sin eufemismos. 

Como he empezado diciendo, es una de las mejores lecturas de este año, y hasta que no concluyes su lectura no logras entender completamente el significado de su título. 

Me ha ganado la gran sensibilidad de la autora, la narración impecable y una historia desgarradora pero tierna al mismo tiempo. 

Una gran historia que, creo, debería ser leída por todos, ya que en ella podremos disfrutar de un relato con mucho sentimiento, pero sin embargo narrado con esfuerzo y sencillez.